En un
lejano planeta habitado por los Dioses de los valores, se estaba celebrando una
importante asamblea; una reunión para hablar de ese planeta azul, del Planeta
Tierra. Tras horas de debate llegaron a una conclusión. Mandarían a Paz y
Justicia a trabajar en ese planeta que poco a poco se degradaba, en el que la
esencia humana se comenzaba a olvidar, enterándose en las profundidades del
inconsciente.
“Bajareis
a la Tierra, primero a observar su tragedia y luego desenmascarareis los
sentimientos de esos humanos que se han vuelto negros y oscuros; que se han
apoderado del egocentrismo de ellos mismos. Si no hacemos algo pronto, esos
humanoides terminarán acabando consigo mismos y lo peor de todo, se llevarán
por delante a ese planeta en el que habitan.” les dijeron.
Y así
fue como se dirigieron al Planeta Tierra, pasando por cientos de luces y
estrellas. Al acercarse pudieron observar su gran belleza, su redondez
perfecta, el brillo de ese azul marino manchado de trozos de color blanco, marrones,
verdes y anaranjados…
Pero
esa visión de belleza que tenían se les borró rápido de la cara cuando entraron
dentro del planeta y para su horror solo pudieron ver guerra e injusticias. Las
desigualdades lucían en cada rincón, niños y familias hambrientas; enfermos con
enfermedades sin la oportunidad de tratarlas; gente perdida que vagaba por el
mundo sin un lugar al que ir, esperando que alguien le extendiera una mano, una
oportunidad; contaminación, basura, suciedad humana. Guerras, fronteras,
maldades inexplicables que se veían en cada calle. Y también vieron gente
poderosa que les daba la espalda a todos esos problemas de su planeta y lo único
que hacían era luchar por más poder, por ser intocables, por tener dinero y un
nombre eterno. Sintieron cómo la envidia corría por las venas de la mayoría de
los humanos, así como el egoísmo, la competitividad, la posesividad... De esta
forma la empatía desaparecía, la bondad se escondía, la cooperatividad no
formaba ya partes de sus vidas. La mayoría de los pueblos eran tratados como
ganado, controlados y guiados por esas grandes empresas del poder, por
estándares dictados por sus sociedades.
Paz y
Justicia observaron con gran tristeza y lágrimas en los ojos cómo los humanos se
deshumanizaban, como cerraban lo ojos ante lo que frente a ellos pasaba. No sabían por dónde empezar. Lo primero que
hicieron fue localizar a esas personas que por el momento tenían un nivel de deshumanización
bajo; mujeres, hombres y niños que aún brillaban, que se podían salvar y así, tal vez, podrían ayudar a intentar mejorar ese mundo en el que vivían. Pues sabían que por
pequeñas que fuesen sus acciones seguirían haciendo un cambio, un movimiento y
poco a poco, con suerte, más gente se uniría a ellos para intentar frenar la
destrucción de su mundo, de sus propias vidas.
Hoy por
hoy, Paz y Justicia siguen dando vueltas por el planeta Tierra, intentando
sembrar y dejar caer pequeñas gotas de su esencia. Nunca pudieron volver a su
propio mundo, pues aun deben completar su misión en el Planeta Azul; pero cada vez
están más cansadas, se sienten agotadas de tanto esfuerzo con el cual, a veces, parece que no sirve para nada...
En lo que a ti respecta, nunca dejes de brillar, no dejes que
el veneno se apodere de ti.
Abre los ojos; y verás.
Dedicado a mi tía Marga :)
Que ideas!
ResponderEliminarMonchi
Lo que cuentas ya no son cuentos,ni mitología griega, por desgracia son verdades como puños, y al paso que vamos, tenemos un futuro bastante oscuro.
ResponderEliminarSonia eres un crack. Besitos 😘 😚
PUES SI
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