Translate

sábado, 26 de marzo de 2016

Hermana. Añorar. Distancia.

Y se fue.

Y me dejó solo.  

Desde que nací siempre habíamos sido cuatro y ahora… sólo tres nos hemos quedado.

La distancia de kilómetros se había abierto entre nosotros.

Ahora para vernos necesitamos cruzar el extenso mar en unn avión o un barco, aunque siempre elijo el avión porque va más rápido.

Y es que hasta el día que se fue; así, de repente; no me pregunté qué iba a hacer sin mi hermana, esa hermana mayor que tanto me daba la lata. Esa hermana mayor que siempre me apoyaba, me entendía y me escuchaba y ahora… simplemente no estaba.

Hoy por hoy sigo entrando en su habitación de vez en cuando, tan solo tengo que salir de la mía dar dos pasos y medio y girar a la izquierda… cuando entro, me sumerjo en su mundo, en esas cuatro paredes turquesa con manchas de color rosa y fotos, posters y carteles que hacen que recuerde su persona. Parece mentira que haga tres años y medio que se fue y en casa, en su habitación, su presencia lo envuelva todo.

Sé que en realidad siempre la voy a tener cerca, siempre va conmigo, y si la necesito no cabe la menor duda de que va a estar ahí. Supongo que tengo suerte de vivir en la época tecnológica que vivimos y podemos fácilmente acceder a las personas a través de Skype, Whatsapp o cualquier otra plataforma.

Pero aunque tenga esas facilidades no es lo mismo, siempre se echan de menos sus abrazos y risas, sus reconfortantes palabras, su locura innata… No puedo evitar añorar su forma de hablar enrevesada, su alegría que la caracteriza o sus ridículas manías.

Por eso, aunque sepa que siempre va a estar ahí pese a la distancia, me encanta poder contar con los dedos de una mano los días que quedan para que la vuelva a ver. Hoy, cuento cinco, pero mañana ya serán cuatro, cuatro días más de espera para poder darle un abrazo, uno de esos que a nosotros nos gustan, un abrazo eterno…



Para Darío, mi hermano pequeño.

2 comentarios:

  1. Hala¡, ¡Di que sí!, metiendo el dedo en la llaga.

    ResponderEliminar
  2. Muy bonito, poniendo los dientes largos,a los que estamos de vuelta de esos lejanos países. Y que no teníamos tanta tecnología, ni viajes baratos. Buaaaa

    ResponderEliminar